El libro de los muertos

Indudablemente se ha escrito mucho sobre Egipto, y por supuesto, sobre los egipcios. Se ha escrito tanto que se ha llegado a la conclusión errónea de que ya se sabía todo sobre un gran pueblo, cuna de una civilización que ha dejado una profunda huella en la Humanidad, pero no es así. El Libro de los Muertos nos enseña la verdad oculta del viejo y milenario Egipto; miles de enseñanzas se entrecruzan en sus páginas, tomadas directamente de los papiros, algunos de ellos casi ilegibles debído al tiempo que nada perdona, luego traducidos, para más tarde ser trasladados al papel. Se trata de una de las mejores obras al respecto traducida al castellano; sin trabas, ni tabúes, sin falsos engaños. En otras palabras se trata de un libro que viene del «Más Allá». Un libro que nos habla de los misterios de Egipto, de sus muertos, de sus creencias, de su erotismo, incluso, de sus dioses y diosas, del no menos misterioso embalsamamiento de sus faraones, y sobre todo el sentir de esos faraones muertos ya, mientras se van convirtiendo en momias. De sus temores a los gusanos, a la podredumbre, a la descomposición que entraña cada muerte, y del deseo siempre perenne de entrar en el reino de la vida eterna por la puerta grande. En definitiva, se trata de un libro de ultratumba, sin que en esto, ni mucho menos, haya ciencia-ficción.