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Autor Epicuro Editorial Barral Editores (España) Año de publicación1974 ColecciónBiblioteca de Rescate Edición 1º edición Condición2º mano EstadoAceptable Nº de páginas273 Dimensiones21 x 12 cm

Este libro cuestiona las tesis fundamentales de la ética epicúrea sobre la muerte, la identidad del placer y el bien, las virtudes, la compatibilidad del hedonismo y el altruismo, y la libertad, mediante profundos análisis intrínsecos, pero también mediante una confrontación con las teorías éticas modernas: el hedonismo y el utilitarismo en particular. Se dirige, pues, tanto a los especialistas en historia de la filosofía antigua como a todos los interesados en cuestiones de filosofía moral.

SOBRE EL AUTOR

Epicuro, también conocido como Epicuro de Samos, (Samos, 341 a. C. – Atenas, 271 a C/270 a. C.), fue un filosofo griego fundador de la escuela que lleva su nombre (epicureismo). Los aspectos más destacados de su doctrina son el hedonismo racional y el atomismo. Influido por Demoócrito, Aristipo, Pirrón y posiblemente Aristóteles y los cínicos, se volvió contra el platonismo y estableció su propia escuela en Atenas, conocida como el "Jardin" (kêposhortus), donde permitió el acceso de mujeres, prostitutas y esclavos. Se dice que escribió más de 300 obras sobre diversos temas, pero la gran mayoría de estos escritos se han perdido. Solo tres cartas escritas por él, la Carta a Heródoto, Pitocles y Meneceo; y dos colecciones de citas, las Máximas capitales y las Sentencias Vaticanas, han sobrevivido intactas.

Nació en el seno de una familia ateniense. Su padre, un maestro, le relegó la educación de Epicuro a varios filósofos; por su parte su madre, Querestrata, era adivina. Tuvo que trasladarse a Atenas a los 18 años para cumplir su servicio militar. Luego Epicuro desarrolló un gran espíritu crítico, siempre buscó enseñanzas más allá de las enseñanzas tradicionales de las escuelas, por eso se dedicó a cultivarse en la lectura de distintos filósofos. Así, fue alumno de un hombre llamado Pánfilo; discípulo de Platón, Epicuro adoptó las bases del idealismo platónico, aunque luego las consideró un fraude.

Después, comenzó a enseñar en Colofón. Luego de tener una cantidad considerable de discípulos, en el año 311, fundó una escuela filosófica en Mitilene, en la isla de Lesbos. Con cierta experiencia se convirtió en director de una escuela en Lampsaco. Volvió a la ciudad de Atenas, aquí divulgó sus doctrinas a un fiel grupo de seguidores.

Sus discípulos comenzaron a ser nombrados como los filósofos del jardín, esto porque sus reuniones tenían lugar en el patio de la casa de Epicuro. Con relación a esto, se crearon una cantidad de comentarios que buscaban manchar la reputación de Epicuro, afirmaban que en este jardín se compartían ideas trasgresoras de la sociedad. A pesar de ello, la escuela tomó fama en Atenas y sus alrededores, así que, estudiantes provenientes de Grecia y Asia Menor acudieron para incorporarse a la escuela de Epicuro, atraídos por el carácter e inteligencia de Epicuro.

Construyó una relación de amistad con Nausífanes, un filósofo atomista discípulo de Demócrito y de Pirrón, él fue una gran ayuda a la formación intelectual y filosófica de Epicuro, aunque muchos años después Epicuro dirigió contra él duras críticas e insultos. A partir de ese momento, se fue formando el epicureísmo, un sistema de filosofía muy conocido, pero también discutido por los modernos tratadistas del epicureísmo, en esta doctrina se sostiene fuertemente la idea que el placer constituye el bien supremo y la meta más importante de la vida. Con esto se refieren a los placeres intelectuales.

Por otro lado, para Epicuro la verdadera felicidad se consigue por medio de la serenidad que resulta de la dominación del miedo, es decir, de los dioses, de la muerte y de la vida futura. El fin último sobre la naturaleza es eliminar esos temores. Otro de sus aportes a la filosofía, fueron que Epicuro, siguiendo el planteamiento atomista, reflexionó que el universo era infinito y eterno y que consistía sólo en cuerpos y espacio. En suma, afirmó que algunos cuerpos son compuestos y otros son partículas atómicas, o indivisibles, elementos estables de los que están formados los compuestos.

El pensamiento de Epicuro también impactó la rama de la biología, podemos decir que Epicuro fue uno de los pioneros de la doctrina moderna de la selección natural, afirmando que las fuerzas naturales producen organismos de diferentes clases y que sólo las clases capaces de superarse a sí mismas y reproducirse han sobrevivido. En el tema psicológico también afirmó que las sensaciones son provocadas por un continuo flujo de imágenes abandonadas por los cuerpos e impresionadas en los sentidos. Para él todas las sensaciones son fiables de una forma absoluta, y que no debemos realizar falsas interpretaciones ellas. Fuente: historia-biografia.com

“Así pues, la muerte no es real ni para los vivos ni para los muertos, ya que está lejos de los primeros y, cuando se acerca a los segundos, éstos han desaparecido ya.” Epicuro

Autor
Editorial
Barral Editores (España)
Año de publicación
1974
Colección
Biblioteca de Rescate
Edición
1º edición
Condición
Estado
Aceptable
Encuadernación
Tapa blanda
Idioma
Nº de páginas
273
ISBN
84-211-0801-8
Dimensiones
21 x 12 cm
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