Las cien mejores poesías líricas venezolanas

Desde la primera edición de Las cien mejores poesías líricas venezolanas (1935) este florilegio -que eso quiere decir antología-ha cumplido sus objetivos. Y seguirá cumpliéndolos, sin duda.

Porque un libro que ha alcanzado ocho ediciones, se avala por sí mismo. No obstante, llenará los objetivos con que fue elaborado en su espacio y en su tiempo. El mismo antólogo los manifestó claramente en el originario ofrecimiento "Al discreto lector" y en las notas previas a las siguientes ediciones.

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Desde otro punto de vista, la antología que ahora ojeas, lector o lectora, no fue proyectada con la idea de componer un libro para especialistas, sino más bien con la intencionalidad de aportar una gran utilidad en los diversos niveles de la educación en Venezuela.

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Y para cerrar la presentación de la octava salida de Las cien mejores poesías líricas venezolanas, me parecen muy oportunas las palabras que Barnola, en la primera edición de su obra, tomó de Menéndez y Pelayo con el fin de expresar el modo de entender y de valorar - ambos antólogos- estas colecciones de poesía, sin excluir lo que entrañan de cultura y de conocimientos: son "antologías breves y de amenidad, formadas no para enseñar prácticamente el desarrollo de una literatura, sino para dar apacible solaz al ánimo de las personas amigas de lo bello y para exprimir en breves hojas el jugo y la quintaesencia de numerosos volúmenes en que las páginas dignas de vivir son relativamente escasas”.

Basilio Tejedor, C. M. F. 

Universida Católica Andrés Bello, Caracas, 2002.

Fuente: Contraportada

SOBRE EL AUTOR

PEDRO PABLO BARNOLA, S.J. 

(Caracas, 1908 - Ibidem, 1986) 

Fue un Sacerdote jesuita, escritor y educador. Hijo de Pedro Barnola y de Antonia Duxans. Realiza sus estudios primarios y secundarios en el colegio San Ignacio de Caracas, del cual fue uno de los alumnos fundadores. Es el primer venezolano en ingresar a la Compañía de Jesús, en la segunda etapa de la existencia de esa orden religiosa en el país. Viaja a España para completar sus estudios en el Colegio de Loyola de Burgos (España) (1925-1929) y posteriormente, en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) donde recibe el título de doctor en filosofía (1932). Incorporado al plantel de profesores del colegio San Ignacio (1933-1935), viaja a Estados Unidos a estudiar teología dogmática y moral, derecho canónico y sagradas escrituras en el Alma College de la Universidad de Santa Clara (California) (1935-1940) y es ordenado sacerdote en 1938. De regreso a Venezuela, se dedica a la docencia de la literatura y de la historia en el colegio San Ignacio (1940-1952). Director de la revista SIC (1948-1953), es recibido como individuo de número en la Academia Venezolana de la Lengua (29.11.1952). En 1954, se gradúa de doctor en filosofía y letras en la Universidad Javeriana de Bogotá, con una tesis titulada Eduardo Blanco, creador de la novela venezolana; estudio crítico de su novela «Zárate». Segundo rector de la Universidad Católica Andrés Bello (1955-1959), es detenido por la Seguridad Nacional en noviembre de 1957 y enviado luego a Barquisimeto por el superior de su orden. Miembro de la Comisión Asesora para la edición de las Obras completas de Rafael María Baralt, publicadas por la Universidad del Zulia (1964). Colabora en los trabajos de la Comisión Editora de las Obras completas de Andrés Bello, cuyos volúmenes empezaron a aparecer en 1962. La extensa obra del padre Barnola abarca temas de historia así como temas de crítica y de historia literaria. Rector de la iglesia de San Francisco en Caracas y director de la Academia Venezolana de la Lengua (1967-1975), se destaca, particularmente a través de su columna «Noto y anoto» del diario El Nacional, como vocero de la preocupación por mantener la pureza del lenguaje castellano en Venezuela como factor de identidad cultural. En 1972 organizó y presidió el VI Congreso Internacional de las Academias de la Lengua, celebrado en Caracas. Premio Nacional de Literatura (mención investigación y ensayo) por su libro Afirmaciones de cultura (1973). Fuente: Biblioteca Fundación Polar